Cada vez con más frecuencia, especialmente en primavera, los pacientes con un callo doloroso en el dedo meñique del pie acuden a las clínicas de podología. ¿De dónde vino y por qué duele tanto?

Pie de imprenta – ¿qué es?

Los pacientes con vejiga a menudo confunden la huella. Entonces, ¿cómo se diferencian? La huella es una creación de nuestra epidermis en la que surge la patología y sus células exfoliantes comienzan a formar algo así como una aguja, que en su parte más profunda tiene el llamado núcleo. Es a través del núcleo que los callos dan síntomas de dolor que los pacientes experimentan al caminar o usar zapatos. La vejiga es una epidermis separada de la dermis, entre la cual se acumula líquido seroso. Los callos, así como las ampollas, se forman durante una lesión mecánica, por ejemplo, la compresión de un zapato. Un callo no se forma tan rápido como una ampolla, requiere presión repetida en un lugar determinado para que se forme. Los callos se encuentran con mayor frecuencia en la planta del pie, en los dedos o en el talón.

Pie de imprenta – diagnóstico

Es importante acudir a un podólogo que realizará un examen del pie con la huella. Durante dicho examen, también podemos realizar un examen podoscópico, es decir, una imagen de computadora de los pies. Gracias a él, el podólogo puede evaluar los defectos del pie, los defectos de la marcha, seleccionar las plantillas adecuadas e implementar el tratamiento adecuado. El podólogo valorará la imagen de nuestra huella, su profundidad y anchura, redactará un plan de tratamiento, aconsejará sobre el cuidado y profilaxis de los pies.

Pie de imprenta – tratamiento

Tratar los callos no es tan difícil como parece. En la farmacia puedes encontrar una gran cantidad de productos destinados al tratamiento de los callos. La mayoría de los preparados disponibles en el mercado para el tratamiento de los callos también funcionan bien para el tratamiento de las callosidades. Las preparaciones de farmacia para uso doméstico contienen:

  • ácido salicílico, que tiene un efecto exfoliante sobre la lesión dolorosa. Podemos encontrarlo en forma de líquido, crema o parches especiales que protegen adicionalmente el dedo contra más presiones en este lugar. Sin embargo, los productos con ácido salicílico no pueden ser utilizados por personas alérgicas a este.
  • ácido láctico, exfoliante y suavizante del maíz. A menudo en preparaciones combinadas con ácido salicílico, que en conjunto brindan resultados efectivos. En el caso de un preparado con ácido láctico, conviene prestar atención a las alergias a la lactosa, ya que puede provocar efectos secundarios no deseados.
  • ácido tricloroacético, que tiene un efecto exfoliante muy fuerte. Se usa principalmente en las verrugas o verrugas, pero también se usa para eliminar los callos.

Antes de utilizar cualquier producto de farmacia o droguería, conviene consultar con un podólogo.
En una clínica especializada en podología podemos realizar tratamientos como:

  • Eliminación de callos con láser: el procedimiento realizado por personal calificado es completamente seguro e indoloro. Una ligera sensación de incomodidad puede durar unos días después del procedimiento, sin embargo, no es nada comparado con el dolor del propio callo.
  • extirpación quirúrgica del maíz: el procedimiento se lleva a cabo con un bisturí podiátrico especial. Los bisturíes más pequeños llamados cinceles pueden manejar incluso los callos más pequeños. El subólogo elimina minuciosamente todo el maíz con el corazón utilizando un bisturí y un cincel. Luego puede alisar suavemente la piel que rodea el callo con una fresadora y aplicar un vendaje para eliminar las complicaciones.
  • Eliminación del maíz molido: el maíz también se puede eliminar con una aspiradora especial o un cortador de rosas. El subólogo haciendo palanca con cuidado en la epidermis callosa pieza por pieza, extrae todo el núcleo y, como en el caso anterior, alinea suavemente la piel circundante con un cortador para alisar la epidermis.

Los tratamientos podológicos no son dolorosos, no hay nada que temer. Las molestias que podemos sentir durante el procedimiento son insignificantes comparadas con el dolor constante del callo en el dedo meñique, que se siente a cada paso. El podólogo también nos aconsejará sobre preparados de uso domiciliario en caso de recaídas y para su uso en la prevención de los callos.

Pie de imprenta – prevención

Para prevenir la formación de callos en el futuro, no solo en el dedo meñique, sino también en todo el pie, la prevención es importante. Las personas con tendencia a desarrollar este tipo de cambios deben acudir regularmente al centro de podología (al menos 2 veces al año), seguir los consejos de los especialistas y cuidar la piel de los pies todos los días.

¿Cómo cuidar la piel de los pies para no exponerse al dolor causado por los callos?

Basta con utilizar una crema hidratante para pies dos veces al día. La crema también puede contener urea, pero vale la pena recordar que la concentración superior al 15% tendrá un efecto exfoliante, así que elija cremas con una concentración máxima de 5-10%, lanolina, alantoína, aceites vegetales, para personas con hiperhidrosis, Las cremas con aceite de árbol son las conocidas aceite de árbol de té o aceite de menta. Es importante controlar el estado de los pies y, si es posible, reaccionar rápidamente a los cambios emergentes.